Ajo

Descripción

Características

Tamaño y forma: El ajo se presenta en forma de un bulbo compuesto por varios dientes o clavos que están envueltos en una capa de piel fina y seca. El bulbo es de forma redondeada o ligeramente alargada y tiene una cáscara blanca o marrón. Cada diente es una porción individual de ajo y, cuando se pela, se encuentra de color blanco en su interior. Los dientes de ajo pueden variar en tamaño y forma, pero generalmente son pequeños y alargados.

Color: El bulbo exterior puede tener una cáscara de color blanco o marrón. Cuando se pelan los dientes, estos tienen un color blanco cremoso. Existen algunas variedades de ajo con tonos morados o rojizos en la capa exterior del bulbo, aunque el interior siempre es blanco.

Sabor: El ajo tiene un sabor fuerte, picante y pungente cuando está crudo. A medida que se cocina, su sabor se vuelve más suave, dulce y menos agresivo, lo que lo convierte en un ingrediente clave para dar sabor a una amplia gama de platos. El sabor del ajo es terroso y salado, con un toque de amargor, lo que lo hace ideal para complementar carnes, salsas, sopas, guisos, y vegetales.

Aroma: El ajo tiene un aroma muy característico, fuerte y penetrante, especialmente cuando se pela o se corta. Este aroma se intensifica al ser picado o triturado, debido a la liberación de compuestos sulfurados que son responsables de su olor y sabor.

Textura: La pulpa del ajo es suave y humeda, mientras que los dientes tienen una textura firme cuando están crudos. Al cocinarlo, el ajo se ablanda y adquiere una textura más suave y pegajosa.

Conservación

El ajo fresco debe almacenarse en un lugar fresco, oscuro y bien ventilado. El uso de una canasta o un frutero para mantener el bulbo intacto es una buena opción.