Descripción física: La cebolla plana tiene un bulbo más aplanado y de forma ovalada o redonda, con una piel que puede variar entre tonos blancos, amarillos o rosados, dependiendo de la variedad. El bulbo tiene un tamaño más pequeño en comparación con otras cebollas, y la parte verde, que son sus tallos, es larga y fina, similar a la de la cebolla de verdeo o cebollino. A diferencia de las cebollas más comunes (amarillas, moradas o blancas), la cebolla plana tiene un sabor menos picante y más dulce, lo que la hace adecuada para preparaciones donde se desea un sabor más delicado.
Sabor y textura: El sabor de la cebolla plana es más suave y más dulce que el de otras cebollas. Esto se debe a que tiene un contenido de azúcares más alto que las variedades tradicionales, lo que hace que sea ideal para comer cruda o cocida, sin el fuerte sabor picante que caracteriza a otras cebollas. Su textura es crujiente cuando está cruda, y al cocinarla se suaviza, pero no pierde su sabor dulce.
Conservación