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Características
Tamaño y forma: El tamaño de la berenjena puede variar dependiendo de la variedad. Las más comunes son de forma ovalada o alargada, con un tamaño que oscila entre los 15 y 30 cm de largo. El fruto es más grande que otras frutas de la familia de las solanáceas, como el pimiento o el tomate, y generalmente tiene una forma más redondeada o cónica en la parte inferior.
Color: La berenjena tiene una piel brillante y lisa que generalmente es de color morado oscuro. Sin embargo, existen varias variedades, algunas con piel blanca, verde o amarilla, que son menos comunes. El color oscuro de la piel se debe a la presencia de antocianinas, que son pigmentos antioxidantes.
Sabor: El sabor de la berenjena es suave y ligeramente amargo en su estado crudo, pero cuando se cocina, toma una textura suave y un sabor umami. Su sabor varía según la preparación, y a menudo absorbe los sabores de los ingredientes con los que se cocina. La textura de la berenjena puede ser esponjosa, cremosa o fibrosa, dependiendo de la variedad y de la forma en que se cocine.
Textura: La carne de la berenjena es blanda y esponjosa, especialmente cuando se cocina. Sin embargo, en su estado crudo tiene una textura más fibrosa y menos agradable al paladar. Su capacidad para absorber aceites y salsas la convierte en un ingrediente ideal para platos como berenjenas fritas, a la parrilla o asadas.
Aroma: La berenjena tiene un aroma suave y ligeramente terroso, que se intensifica cuando se cocina. No tiene un olor fuerte en su estado crudo, pero al cocerla, el calor libera un aroma más profundo.
Conservación
Deben almacenarse en un lugar fresco, pero no en el refrigerador si no están completamente maduras, ya que el frío puede afectar su textura y sabor.