Descripción física: El cebollino tiene tallos delgados, largos y verdes, que crecen en grupos. Sus hojas son cilíndricas y delgadas, con un color verde brillante. Cuando se cortan, las hojas exudan un aroma característico similar al de la cebolla, pero más suave. A menudo se utiliza fresco, aunque también se puede secar o congelar para su conservación.
Sabor y aroma: El cebollino tiene un sabor suave y ligeramente picante, similar al de una cebolla, pero mucho más suave. Es menos fuerte que la cebolla común y aporta un toque refrescante y ligero a los platos. Su aroma es también más suave que el de la cebolla, lo que lo hace perfecto para ser utilizado fresco en ensaladas, salsas o como aderezo.
Floración: El cebollino produce pequeñas flores moradas o rosadas en primavera o verano. Aunque las flores también son comestibles, suelen ser menos utilizadas que las hojas, pero pueden servir para decorar platos y ensaladas.
Variedades: Existen algunas variantes de cebollino, pero la variedad comúnmente cultivada y consumida es la que pertenece a la especie Allium schoenoprasum. Además, el cebollino es un cultivo perenne, lo que significa que puede crecer durante varios años, lo que lo convierte en una excelente opción para jardines o huertos.
Conservación