Conservas

Descripción

Características

Proceso de conservación: Los alimentos se colocan en tarros, latas o frascos de vidrio, plástico o metal, y se sellan herméticamente para evitar el contacto con el aire y los microorganismos.

Tratamiento térmico: El recipiente sellado se somete a un tratamiento térmico, como el hervido o el calentamiento a alta temperatura (generalmente entre 85-120°C), lo que mata bacterias, levaduras, hongos y enzimas que podrían deteriorar los alimentos. Este proceso también ayuda a mejorar la seguridad alimentaria.

Pasteurización: Para alimentos más delicados, como algunos productos lácteos o jugos, se utiliza un tratamiento térmico menos intenso que mata los patógenos pero mantiene la textura y sabor del alimento.

Esterilización: En algunos casos, como en las conservas de pescado o carne, se utiliza un tratamiento más fuerte para destruir completamente cualquier microorganismo.

Sellado hermético: Tras el tratamiento, el frasco o lata se sella bien para evitar que entre aire, lo que ayudaría a la proliferación de bacterias.

Conservación

Tiene una vida útil prolongada gracias al tratamiento térmico, pero es esencial seguir ciertos cuidados para asegurarse de que las conservas no se estropeen antes de su consumo como almacenarse en un lugar fresco, oscuro y seco. Los armarios o despensas son ideales para conservar las latas o frascos sin que la luz y el calor aceleren su deterioro.