Fresas

Descripción

Características

Tamaño y forma: Las fresas tienen una forma generalmente cónica o de corazón, con una base ancha y una punta más estrecha. El tamaño puede variar según la variedad, pero normalmente miden entre 2 y 6 cm de largo. La piel de la fresa es delgada y suave, con pequeñas semillas doradas o amarillas en su superficie.

Color: Las fresas maduras tienen un color rojo brillante, aunque algunas variedades pueden ser de color blanco o amarillo cuando no están completamente maduras. El color rojo intenso se asocia con la madurez de la fruta y con una mayor concentración de antioxidantes.

Sabor: El sabor de la fresa es dulce y ligeramente ácido. La combinación de dulzura y un toque de acidez es lo que la hace tan refrescante y deliciosa. La intensidad del sabor depende de la variedad y del grado de maduración de la fruta, siendo las fresas completamente maduras las más sabrosas.

Textura: La pulpa de la fresa es jugosa, con una textura tierna y fina. Su carne es suave y se deshace fácilmente al morderla, lo que la hace ideal para consumirse cruda. Las fresas tienen una piel delgada y comestible, aunque algunos prefieren retirarla, especialmente si la fruta no está completamente madura.

Aroma: Las fresas son muy aromáticas y tienen un fragante aroma dulce. El olor de las fresas maduras puede ser tan apetitoso que es un indicio de su dulzura.

Conservación

Las fresas deben almacenarse en el refrigerador para prolongar su frescura. Lo ideal es guardarlas en un recipiente que permita la circulación del aire y que no esté muy apretado, para evitar que se aplasten y se estropeen rápidamente.