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Características
Forma: El tomate liso suele tener una forma redondeada o ligeramente ovalada. Es más simétrico y uniforme en comparación con otros tipos de tomates, como los tomates de rama o tomates perita. Tiene una superficie suave y plana, sin las irregularidades que pueden presentarse en otras variedades.
Color: El tomate liso, al igual que muchas otras variedades de tomates comunes, generalmente tiene un color rojo brillante cuando está maduro, aunque también existen variedades amarillas o incluso naranjas. Los tomates lisos son conocidos por su color uniforme que cubre toda la fruta.
Tamaño y peso: El tamaño de los tomates lisos puede variar dependiendo de la variedad específica, pero suelen ser de tamaño mediano a grande. Son bastante firmes al tacto y no tienen la piel arrugada que puede encontrarse en tomates más antiguos o menos frescos.
Textura y sabor: El tomate liso tiene un sabor equilibrado, entre dulce y ácido. No suele ser tan dulce como otras variedades más pequeñas, como el tomate cherry, pero es muy apreciado por su sabor fresco y jugoso. Además, tiene una pulpa jugosa y carnosa, con menos semillas en comparación con variedades más líquidas, como el tomate pera. Su textura lo hace ideal para ser utilizado en ensaladas, salsas y cocinados.
Usos culinarios: El tomate liso es muy versátil en la cocina debido a su sabor equilibrado y textura firme.
Conservación
Los tomates deben ser almacenados a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco. La nevera no es el lugar ideal para los tomates, ya que el frío puede afectar su sabor y textura.